La neuritis, bursitis, neuralgia, reumatismo, hombro congelado, fibrositis, esguince y distensión son términos comunes que se refieren a las condiciones de cuello, hombro y brazo. El controlador principal detrás de los hombros, los brazos y las manos es el cerebro.

El cerebro se comunica con el resto de su cuerpo a través de miles de millones de nervios que componen su sistema nervioso. Algunos nervios van directamente a su punto de destino, pero otros se mezclan con otros nervios para formar complicadas redes nerviosas llamadas plexo.

El plexo braquial se compone de nervios que salen de la parte media y superior de la espalda que proporcionan información a los hombros, brazos, codos, muñecas, manos y dedos.

Los nervios que componen el plexo braquial pueden irritarse cuando se salen de la columna vertebral. Esto puede ocurrir cuando los huesos espinales en el cuello y la parte superior de la espalda están desalineados o no tienen el rango de movimiento que normalmente deberían y dañan los mismos nervios que se supone que protegen.

Cualquier lesión o trauma puede causar que los huesos se desalineen o bloqueen, disminuyendo el rango de movimiento. Cosas tan graves como un accidente o una caída, o incluso algo tan simple como dormir en una posición incómoda puede provocar que las vértebras se desalineen o no funcionen de la manera en que fueron diseñadas.

Los músculos y las articulaciones a lo largo de la pared torácica y el hombro también pueden contribuir a la rigidez alrededor del plexo braquial, causando síntomas similares.

Esto puede ser causado por deformidades estructurales (tales como lesiones en el hombro o variaciones anatómicas) o por el estilo de vida (como permanecer sentado en un escritorio o tener un lugar de trabajo sedentario).

La presión ejercida sobre los nervios y los vasos sanguíneos puede crear entumecimiento, hormigueo y dolor en el brazo. Esto también se puede conocer como «síndrome de salida torácica».

Los síntomas de daño al plexo braquial pueden diferir dependiendo de la localización del trauma.

Como resultado de la irritación del nervio plexo braquial, además del dolor y los síntomas en el brazo o el cuello, no es raro experimentar dolores de cabeza, dolor facial, mareos, problemas tiroideos o nasales.

Los síntomas incluyen hormigueo y entumecimiento en la mano. El dolor se describe como increíblemente intenso y se ha informado que puede incluso despertar a los enfermos en la noche. Este dolor es causado a menudo por la hinchazón en la muñeca.

Muchas veces las personas confunden los nervios rotos en la columna vertebral, músculos o articulaciones con el síndrome del túnel carpiano, sin embargo, esto tiene un enfoque completamente diferente al que un quiropráctico tomaría.

Estas condiciones mal diagnosticadas a veces pueden dar lugar a inyecciones o cirugías innecesarias que podrían haber sido tratadas de otra manera con la atención quiropráctica conservadora.

Existe un continuo aumento en las personas que sufren de dolor y síntomas neurológicos en sus hombros, brazos y manos que están buscando ayuda de los quiroprácticos.

El enfoque quiropráctico analiza la estructura del cuerpo para localizar y corregir la condición estructural perjudicial para los nervios, conocida como subluxación. Si experimenta alguno de los signos o síntomas mencionados anteriormente no dude en comunicarse con nosotros.