Las lesiones que ocurren al practicar un deporte de contacto como el fútbol o el hockey son similares a las obtenidas en un accidente de auto. Cuando el cuerpo es sometido a un impacto fuerte, las vértebras y los tejidos blandos se ven comprometidos.

Las lesiones que se producen en los brazos y las piernas a menudo se detectan rápidamente y se pueden corregir. El daño causado al desplazamiento de las vértebras del cuello o espalda puede no ser detectado sino hasta mucho más tarde. Los deportes que requieren torsión y flexión repetitiva o impacto también pueden llevar a sufrir lesiones.

Las actividades como el golf, tenis, correr o la gimnasia pueden provocar lesiones en los tejidos blandos que se encuentran alrededor de la columna vertebral, como los músculos, ligamentos, tendones y discos, debido a los golpes repetitivos que causan desgaste.

Un quiropráctico puede ayudar a restaurar la correcta alineación espinal con una serie de ajustes vertebrales, mediante el trabajo en los tejidos blandos y otras modalidades tales como compresas calientes o frías y la aplicación de tracción. Los doctores entrenados en la quiropráctica deportiva tienen entrenamiento específico en el tratamiento de lesiones de deportes y atletismo para ayudar a mejorar el rendimiento.

La razón por la cual los equipos olímpicos de los EEUU, equipos de deportes profesionales y los atletas profesionales confían en el cuidado quiropráctico regular es ¡porque funciona!

La quiropráctica acelera la recuperación después de una lesión, mejora el rendimiento y ayuda a prevenir problemas futuros. Los quiroprácticos deportivos se aseguran de que los atletas vuelvan a su máximo nivel de rendimiento mediante la aplicación de los procedimientos quiroprácticos idóneos para restaurar la función biomecánica y muscular.

Los atletas de deportes como el fútbol americano, balompié, ​​baloncesto, corredores, jugadores de bolos y esquiadores han encontrado que los quiroprácticos son capaces de brindarles ventajas en sus competencias.