Niños que cargan más del 10% de su peso corren el riesgo de tener problemas de postura y dolor de espalda.
Si ellos cargan una mochila pesada frecuentemente los problemas pueden prevalecer hasta su vida adulta.
Cuando los niños cargan una mochila pesada, tienen que alterar la posición de hombros, cuello, espalda y cadera para poder mantener una postura que les permita caminar, correr o jugar con todo el peso.
La postura que adoptan no es natural y puede provocar daños a muy temprana edad, además tienen mayores posibilidades de sufrir fracturas y mantener esa mala postura de por vida.

Estas son las recomendaciones de los quiroprácticos para minimizar los riesgos:

  1. Evitar mochilas muy grandes
  2. Distribuye el peso utilizando los diferentes compartimentos de la mochila
  3. Verifica que solo lleven en la mochila artículos necesarios y que van a utilizar durante el día
  4. Platica con su profesor para saber que material de clase usan frecuentemente y cuales pueden permanecer en el salón
  5. Asegúrate que cargue la mochila con ambos hombros
  6. Ajustar la correa de la mochila a la estatura del niño